Columna Sur
Héctor Narváez
 
Ahora son otros los engañados
Estas campañas políticas resultaron ser muy diferentes. Y no solo por el tema de la contingencia sanitaria ante la pandemia.
Como nunca antes, los candidatos no pueden convencer al electorado, menos con sus promesas.
Ahora son otros los engañados. Los que van a salir perdiendo en este proceso electoral del 20-21
Cambiaron los tiempos
Siempre que viajo a la capital de Chiapas, platico con los taxistas, para sondear el ánimo de la población.
Para mí, son como el termómetro perfecto para conocer el sentir de los tuxtlecos sobre lo que acontece.
En una de esas pláticas, decía que no se miraba nada de publicidad de la política y que las campañas estaban frías. Pero, este chofer del transporte público me contó que los candidatos a la alcaldía capitalina, andan regalando el dinero.
“A lo bárbaro, lo están tirando”, me dijo, lo cual me causó asombro. “A poco sí”, le seguí la conversación.
“Fíjese que un día el Willy Ochoa –de la alianza PRI, PAN y PRD– y Danny Guillen –el independiente– tenían un evento casi juntos, en el mismo lugar. Cuando otro compañero me dijo que uno estaba dando 200 pesos para que dejaran ponernos su publicidad en el carro”.
Esto, de entrada, me sorprendió. Porque desconocía que les pagaban por andar el microperforado. Aunque, la cosa no quedó ahí.
“Allá me fui a que me la pusieran y me dieran mi billete. Y no me habla otro compañero: oye aquí está el otro candidato y está dando lo mismo. Jálate para acá. No lo escuche dos veces y solo pase unas calles y arranque la publicidad. Así, me gane mis 400 pesos en un ratito y al final no estoy con ninguno de ellos”.
Como han cambiado los tiempos. Los que antes solo eran utilizados, ahora son los que utilizan.
Decepción generalizada
Otro taxista, a quien también le trate el tema de las campañas en Tuxtla Gutiérrez, hasta me hizo un análisis.
“Mire, ahí está Willy Ochoa, que está prometiendo que va a generar empleos, si llega a ganar. Pero, si usted checa eso es imposible”.
Después, me dio sus razones: “Todos sabemos que Tuxtla no es una ciudad industrial. Aquí no hay grandes empresas o compañías. La capital sobrevive por la nómina de la burocracia y por los pequeños negocios del centro”.
Y remata: “Eso que dice el candidato es una gran mentira”.
Por si fuera poco, también criticó que la mayoría de los aspirantes a los cargos públicos son completos desconocidos. Mientras, del otro lado, se encuentran los millonarios de la capital de Chiapas y que de otra manera siempre han vivido de la política y del erario, como Carlos Morales, Paco Rojas, Felipe Granda y Carlos Penagos.
“Ahí está Paco Rojas. Ya fue alcalde, diputado federal y no hizo nada. Yo no recuerdo que haya hecho algo. Dicen que solo la Torre Rojas”.
Este es el ambiente que se vive en la capital de Chiapas, que es en contra de los candidatos de siempre. De que cada vez se les complica conseguir el respaldo social.
Sin embargo, aún falta un factor que puede ayudarlos a salir adelante y que les permita llegar al poder: el dinero.
Si los electores en las colonias y comunidades más necesitadas venden su voto para el 6 de junio, los mismos nos van a seguir gobernando en nuestros pueblos.
Pero, de que es un hecho es un hecho: hay una decepción generalizada entre los ciudadanos en esta campaña, que los puede llevar a la más dura derrota en las urnas.
Esto por lo menos en Chiapas, uno de los estados que más se han aprovechado los políticos de siempre.
Y ahora en estas elecciones son los ciudadanos los que engañan a los aspirantes. Las vueltas que da la vida.
Moraleja: Cuando el alumno supera al maestro
Al margen: ¡Inventan lo imposible!
A pesar de que la ley es clara, de que solo el Congreso Local de Tamaulipas puede resolver de quitar o no el fuero al Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, la Fiscalía General de la República obtuvo una orden de aprehensión en su contra.
Incluso, hasta el presidente del Senado, el chiapaneco Eduardo Ramírez, dijo que eso es válido fuera del estado. Que cosas…  ¡Inventan lo imposible!
Por último: ¿Otro “cuento chino”?
Según que el 50 por ciento de los mexicanos ya se habrían contagiado de Covid. Eso quiere decir que alrededor de 60 millones ya han sufrido o hemos sufrido de la pandemia.
¿Será que en verdad ya vamos saliendo? ¿O es otro “cuento chino”, de los tantos que nos han contado?
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