Una y otra vez, a la mitad de las administraciones, se destapa como aspirante a la gubernatura de Chiapas.

Y al final, no consigue la candidatura, pero siempre logra quedar acomodado en algún cargo.

Se llama Placido Humberto Morales Vázquez, el actual Presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. Y es un invento transexenal.

Muy quemado

A este personaje, lo conocí en el 2006 en el municipio de Tuzantán. Alguien, que al principio cae muy bien, pero después te decepciona.

En aquel entonces, andaba con un abrigo típico de los lugares fríos de Chiapas, que contrastaba con el calor de la Costa.

Sorprendentemente, Don Placido logró tener poder de convocatoria a su acto de campaña para alcanzar la postulación por el PRD.

Días después, llegó Juan Sabines Guerrero, quien ganó la gubernatura. Nunca se bajó de su camión en el que se trasladaba y consiguió el apoyo de los dirigentes sociales de este municipio.

Tras las elecciones, el oriundo de Ocozocoautla fue nombrado Secretario Estatal de Pesca, en donde hizo de las suyas, a decir de los pescadores de Tonalá y de la región.

En esos años, como corresponsal del periódico El Orbe me enviaron la denuncia de los inconformes, que después de publicarlo, provocó la ira del funcionario de Sabines y por eso mandó una carta a ese medio para tratar de desmentirme.

Con lo que no contaba, es que tenía más información sobre el tema, lo que lo llevó a pedir mi salida, que –hasta donde se– logró negociar.

Reaparece en el 2012, de nuevo buscando ser abanderado por el sol azteca, pero como ese espacio ya había sido pactado para María Elena “la Nena” Orantes y con ello ayudar a Manuel Velasco, no le quedó de otra que sumarse al Verde Ecologista.

Ante su buen comportamiento, lo designaron jefe del gabinete en el sexenio estatal pasado, en donde no hacía nada, pero si cobraba.

Por una tercera vez aspira a la gubernatura en el 2018, ahora por Morena y tratando de hacerle sombra al hoy Gobernador.

En algún momento se pensó, en la cúpula estatal, que a Placido lo habían mandado a dividir. Pero, bastó un llamado de atención y se volvió a alinear al proyecto de AMLO en Chiapas.

Y en esta “4T”, por cuarta ocasión, se ha auto destapado y asegura que ahora si es la buena, aunque ya se encuentra muy quemado.

Plan con maña

Es el típico personaje que se asoma cuando se acercan las elecciones.

De esos, hay muchos en los municipios. Pero, en este caso es muy peculiar, por tratarse de una gubernatura.

Así, este señor plácidamente ha probado las mieles del poder, con todos los cargos que ha ocupado.

Aparte de fue parte de un gobierno perredista como de la administración corrupta del verde-ecologista, ha sido Delegado Federal de la Secretaría de Desarrollo en Zacatecas, Subdelegado Político en la entonces Delegación Azcapotzalco, representante del Gobierno del Estado de Chiapas –cuando tenía– en el que se llamaba Distrito Federal y que ahora es la Ciudad de México.

De la misma forma, Director de Coordinación Política en la Secretaría de Gobernación, Vocal de Organización de la Junta Local Electoral en el que era el IFE y hoy es INE, Coordinador del Plan Tepito en la capital del país, Subdelegado en la ex Delegación Cuauhtémoc, Director del CREA en el DF, Delegado Federal en Chiapas del Corett (la dependencia encargada de la tenencia de la tierra) y Director General del Trabajo y Previsión Social del Gobierno del Estado en el periodo del PRI en 1975-1977.

Varios puestos para una sola persona, que demostraría su capacidad en la administración pública, pero no es así.

A pesar de esta trayectoria, Placido Morales no ha hecho algo a favor de Chiapas. Por el contrario, ha contribuido al atraso y al abandono.

Como sucedió cuando fue alcalde de Ocozocoautla, Secretario Estatal de Pesca, jefe del gabinete de Gobierno en la entidad. Y sucederá lo mismo como Presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.

En lo que único que ha salido bueno, buenísimo, es que ha sabido vivir muy bien del erario público, porque nunca ha quedado afuera.

Y con todo este historial, Don Placido nos sale con el chiste de mal gusto que quiere, por enésima vez, ser Gobernador de Chiapas para el 2024, cuando lo que debería de empezar a hacer es preparar su jubilación política e irse a “la chingada”, el famoso rancho en Palenque.

Porque no pasa de ser un invento transexenal. El clásico “plan con maña” que nos ha vendido cada 6 años, para conseguir buenos beneficios en la política.