El ajedrez en Chiapas

Mientras algunos dan por hecho de que Eduardo Ramírez será el candidato de una posible gran alianza del Verde Ecologista-PT con el PRI-PAN-PRD para la gubernatura de este estado, se les olvida que hay otras figuras.

Como en todo juego, existen varias piezas que, si se saben mover, pueden eliminar a las demás y hacer jaque mate.

Así, se está armando el ajedrez en Chiapas para la elección del 2024 que se parecerá en mucho a la del 2018.

Viene la vuelta

En ese tablero, también ya se encuentra como otra de las torres el actual Director General del IMSS, Zoé Robledo, quien es de todas las confianzas del Presidente, hasta el grado de encargarle la vacunación en Chiapas.

Muchos afirman con demasiada anticipación de que será el candidato de Morena y que corre el riesgo de quedarse solo con este partido, pero no han visto otro posible escenario.

Hay un caballo del cual como que no quieren comentar, pero que ahí está presente: Roberto Albores Gleason.

El ex Diputado Federal, ex Senador y ex candidato del PRI en las pasadas elecciones a la gubernatura, podría reaparecer de un momento a otro en esta sucesión muy adelantada.

De hecho, su padre, el último ex mandatario interino en el estado, Don Roberto Albores Guillen –popularmente conocido como “Satanás”–, ya mandó la primera señal de que empieza a operar tras bambalinas.

Si “el diablito” se decide a entrarle para el 2024, le causaría muchos problemas a aquellos que le hicieron la vida imposible en el sexenio estatal pasado.

A Gleason, lo nombraron enviado especial para el Norte del país del CEN del PRI. Y desde allá, hace semanas mandó mensajes a su equipo, de que muy pronto regresará.

Hay que tener muy presente, que este “muchachón” si las trae todas consigo con el dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, y quien estoy por demás seguro de que si lo apoyará para que sea su futuro candidato a la gubernatura.

Es más, que encabece la alianza “Va por Chiapas”, que también conforman el PAN y el PRD.

Si sucede así, más de alguno quedaría afuera, como sucedió en el 2018 cuando los que ostentaban en el poder en la entidad hicieron de todo con tal de que perdieran los adversarios. Ahora sí, que viene la vuelta.

No ERA ni es

Es más que claro que Gleason fue el candidato a vencer en la contienda pasada.

Para la siguiente renovación, veo que a quien buscarían cerrarle el paso por todos lados es a Ramírez Aguilar.

Sus huestes afirman que el Senador que hoy finge ser de Morena, estaría tan encaprichado en ser candidato a gobernador que si no es por el guinda, abanderaría una gran alianza con el Verde Ecologista y al cual se sumaría un aliado del hoy partido en el poder, el PT. Como también se subirían a este carro los de “Va por México”: PRI, PAN y PRD, lo cual está muy lejos de la realidad.

Aunque los petistas en el estado han mostrado una preferencia por ERA, hay que tener presente que ellos dependerán de la decisión que se tome a nivel nacional, sobre todo con la ruta para la Presidencia en el 2024.

Mientras los de la coalición opositora al Gobierno Federal, también saben que el ex Secretario General de Gobierno en Chiapas es gente de Manuel Velasco, uno de los alfiles del Presidente, y por lo tanto no estarían dispuestos a dejar entrar a alguien así entre sus filas.

Con este análisis, se puede avizorar que quien dejará de ser el responsable de la mesa directiva en el Senado en estos días, podría quedarse solo con el PVEM para sus aspiraciones a la gubernatura.

Y, por el contrario, Morena alcanzaría una gran alianza, si logra el acuerdo con el PT y el PES que mantiene su registro en Chiapas, como sucede con Redes Sociales Progresistas y los partidos locales Chiapas Unido y Mover a Chiapas, más los que se acumulen en el 2024.

Por si fuera poco, no tardará que en el Verde Ecologista en el estado salgan otros aspirantes para la candidatura a la gubernatura, como podría ser uno que otro Diputado Federal, y eso complicaría las cosas a Ramírez de que pueda ser designado de manera directa, lo que provocaría una división como sucedió con el PRI en el 2018 y termine todo en una desbandada.

En conclusión: no la tiene nada fácil. Y como que no era ni es su momento. Por donde quiera que se le vea, no cuenta con serias posibilidades para llegar al 2024.

Aunque hasta hoy es una pieza del ajedrez en Chiapas, nada más que está muy a la fuerza. Y si lo quieren seguir moviendo, les pueden hacer jaque mate.

Moraleja: Cuando te toca, aunque te quites. Y cuando no te toca… ¡Aunque te pongas!

Al margen: ¡Revés!