Santiago Nieto, podría ser el segundo funcionario que se va por el reacomodo en el Gobierno Federal.
Porque parece que ahora no basta con la lealtad al Presidente, también hay que cumplir con ser del agrado del nuevo grupo empoderado en Palacio Nacional.
Se cae el castillo. Y con ello, empiezan a caer todos los que de alguna manera contribuyeron para que llegara “la 4T” al poder.
Aprovecharon la situación
¿Qué pasó con el entonces titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda Federal?
¿Qué provocó para que desde “la mañanera” se criticara su boda en Guatemala y después el mandatario instruyera su cambio?
La primera versión fue por la opulencia y el derroche en las nupcias de Nieto Castillo y la Consejera del INE, sin embargo, eso no termina de convencer del todo.
Quizá la fiesta de la unión matrimonial estaba llena de lujos, pero nada que no pueda pagar alguien que tenga posibilidades económicas, como es el caso de estos dos personajes. Es más, hasta donde se sabe, todo provenía de recursos de particulares y no se usó alguna parte del presupuesto.
A pesar de que no había tanto por qué brincar, se tomó la decisión de que Santiago Nieto ya no era útil en la administración federal.
Entonces, ¿algo hizo mal? ¿Incomodó a alguien? ¿Ofendió a algún miembro de este “movimiento” con su trabajo?
Parece que así es. Y todo apunta hacia la Secretaría de Gobernación, en donde se han gestado los dos recientes golpes contra funcionarios cercanos a AMLO.
Entre líneas, así se entendió en su mensaje que escribió el ahora ex titular de la UIF al dar a conocer su renuncia: “Mi lealtad es con el Presidente. Mi amor para Carla”.
Al parecer, alguien “le calentó la cabeza” al inquilino de Palacio Nacional, de que Nieto Castillo se habría vuelto “fifi” y por eso se casó con una Consejera del INE, con quien el Gobierno Federal tiene una abierta campaña en su contra.
Y aprovecharon la situación para sacar raja política. Así, movieron una pieza que ya resultaba un “dolor de cabeza” para muchos representantes de Morena en el poder, por sus investigaciones.
Vienen tiempos difíciles
Santiago Nieto, es recordado porque fue despedido en el sexenio de Peña Nieto como titular de la Fepade, por “transgredir el Código de Conducta de la entonces Procuraduría General de la República”.
Sin embargo, resultó que sus investigaciones causaron problemas al primer círculo en la administración federal pasada.
En Chiapas, se enfrentó al anterior Gobernador, Manuel Velasco, por no querer blindar las elecciones locales en el 2015 y a cambio le habría ofrecido dinero.
Esto, lo llevó a estar cercano a López Obrador en su campaña del 2018. Me cuentan que era tanta su empatía con el entonces candidato a la Presidencia, que en veces la hacía de su chofer y pasó hasta ser uno de sus asesores.
Se ganó la confianza al grado de que le dieron la Unidad de Inteligencia Financiera, que se encargaría de investigar los actos de corrupción de todos y no que se convirtiera en un “brazo ejecutor” del Gobierno contra los adversarios.
Ahora, dejaron en su lugar a Pablo Gómez, un político de la vieja guardia y que ha tenido trayectoria en el PRD y hoy en Morena, lo que sería la izquierda del país.
Y si a eso le agregamos que es muy cercano a Adán Augusto López, el “poderosísimo” Secretario de Gobernación, toma una mayor connotación.
Cuando apenas el Gobernador con licencia de Tabasco llegó al gabinete, también se dio la salida de Julio Scherer en la Consejería Jurídica, quien la hacía de enlace con los empresarios y con los actores políticos de la oposición, para que fuera sustituido por Estela Ríos, otro personaje de la izquierda y quien estuvo en el Gobierno de la Ciudad de México con AMLO.
Una fuente me confió que se esperan más reacomodos en la administración federal. Nada más que no será con sangre nueva, sino de la vieja guardia.
Es decir: que ahora así entraran los de “la 4T”. Y no serán precisamente aliados, pero sí amigos, desde hace muchos años y quienes podrían estar todos en el poder.
Ayer lo dijo Pablo Gómez: “la Unidad de Inteligencia Financiera ya no es lo que era antes”. Lo que da a entender que “los actuales hombres en el poder” esperan que ese organismo sirva para todo, menos para investigar la corrupción en este Gobierno.
Y que ahora sí se vienen tiempos difíciles en el país, de la politización de la justicia.
Se cae el castillo. Pero, no del derribo de Santiago Nieto, sino de la contradicción del combate a la corrupción y la impunidad en este sexenio.
Moraleja: ¡No quieran matar pulgas a balazos!
Al margen: ¡Le cuentan los días!
Un grupo de verde-ecologistas ya se reúne y se empieza a organizar, para el cambio de Valeria Santiago de la dirigencia estatal de Chiapas.
Quieren recuperar la confianza que perdieron desde el 2018 y en las elecciones de este 2021 y de lo cual poco se preocupó la dama y solo se ocupó por alcanzar una Diputación Federal. Le cuentan los días… ¡Para cantarle las golondrinas!
Por último: ¿Accidente imprudencial?
El choque de dos colectivos que se quemaron y que cobró la vida de 12 centroamericanos en Palenque, pudo ser causado.