Que lamentable que así nos califiquen a nivel nacional. Y eso es por culpa de malos políticos que han ocupado cargos importantes en otras entidades.
Como sucedió en Puebla con Raciel López Salazar, quien prácticamente tomó el control de la Secretaría Pública del estado.
La mafia de los chiapanecos. Y como lo hicieron en Chiapas, intentaron lo mismo con Miguel Barbosa, pero salieron por piernas.
A su estilo
El entonces “todopoderoso” Fiscal de Justicia en Chiapas, encontró “la horma de su zapato”. Y fue en Puebla, en donde literalmente “tragó camote”.
Pero, así se manejaba el encargado de esta importante dependencia en esta entidad durante dos sexenios: con Juan Sabines Guerrero y Manuel Velasco Coello.
Miguel Barbosa, en esa entrevista que ha circulado a la velocidad de la luz en las redes sociales, desnudó a Raciel y a los chiapanecos que lo acompañaban.
Primero, nunca, pero nunca combatió a la delincuencia organizada. Lo que sí hizo, es mantenerlos bajo control. Y como sucedió en Puebla, en Chiapas sustituía constantemente a los líderes por otros: “el moquito” en lugar de “el moco”.
Y lo otro, es que siempre desmintió todas las versiones, aun aquellas con pruebas, en contra de sus funcionarios.
En Chiapas, hay muchos casos de Ministerios Públicos que solapó el entonces Fiscal, porque “le reportaban muy bien” al mes, a pesar de que eran empleados muy corruptos.
Pero, eso también fue una práctica muy común en la administración estatal pasada, que se caracterizó por desmentir y descalificar las denuncias públicas, entre ellas la de los periodistas, a pesar de que existían señalamientos muy puntuales y datos que comprobaran los abusos de la ley.
Nunca, en el Gobierno del Verde Ecologista en Chiapas, se le dio continuidad a una queja de algún líder o medio de comunicación. Y eso demostraba, como lo dijo Barbosa, que ya estaban coludidos.
Ese fue el estilo de ese sexenio estatal pasado. Y un estilo que hizo muy suyo Raciel López.
Mejor que se guarde
A decir del Gobernador de Puebla, se vio en la necesidad de sustituir de tajo a todos los que trabajaban en la Secretaría de Seguridad Pública.
Esto, porque se formaron grupos en esta dependencia y que estaban vinculados a la delincuencia.
La información que tengo, es que por lo menos los más cercanos al ahora ex Secretario de Seguridad Pública, se encuentran en la mira de la Fiscalía de Justicia de Puebla.
El ex subsecretario de Coordinación y Operación Policial, Pedro León Toro –a quien defendió Raciel como un gran servidor público, honesto, leal y defensor de los Derechos Humanos–; el ex director General de Grupos Especiales, Jaime Padilla Barrientos y la ex directora de Vialidad Estatal, Karina Sauceda, quienes durante 14 meses acumularon quejas por presunto abuso de autoridad, exceso en sus funciones y corrupción.
El pasado fin de semana circuló una información de que de la misma forma López Salazar ya cuenta con una averiguación previa, lo cual no se ha logrado confirmar.
Lo que sí es claro, es que lo sucedido en Puebla, a este político y quien se había convertido en un aparente especialista en materia de procuración de la justicia, lo sepulta por un largo tiempo de la vida pública, si no es procesado.
Porque, lo que no se dijo en Chiapas, lo exhibió el Gobernador Barbosa: “estaba rodeado de puros mafiosos”. Y eso, es una muy mala carta de recomendación, sobre todo en este Gobierno de “la 4T”.
Por si no fuera suficiente, el mandatario explicó en esa entrevista, que las instrucciones que le daba a su entonces Secretario de Seguridad Pública, las valoraba si las cumplía y no. Con eso, dibuja a Raciel, no solo como corrupto, sino también como un empleado rebelde y lo cual ningún mando gubernamental quiere tener.
Así que, lo mejor que le queda al entonces “poderoso” Fiscal de Justicia en Chiapas, es guardarse por una muy buena temporada. Porque si asoma la cabeza, puede que ruede.
Fue el jefe de la mafia de los chiapanecos, a decir del Gobernador de Puebla. Y esas, ya son palabras mayores.