El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), reportó que el aislamiento a causa de la pandemia por la COVID-19 ha tenido un impacto en la salud mental de los niños y jóvenes y está asociado particularmente con depresión y ansiedad.

En ese contexto y en el marco de la transición del semáforo verde en un total de 19 estados de la República Mexicana luego de la emergencia sanitaria, la especialista en psicología Mariana Martínez Guillén, fundadora y directora de la Clínica Tu Mente Sana, explicó que el regreso a clases trae consigo la socialización y vinculación entre pares, porque ese proceso disminuye los niveles de ansiedad que genera el aislamiento y la falta de contacto, aún cuando se use el cubrebocas y haya sana distancia en las aulas.

“Durante el regreso a clases, es muy importante trabajar en la resiliencia en los niños y jóvenes para superar las circunstancias del aislamiento y fomentar el autocuidado para adaptarse a la nueva normalidad. El regreso a las rutinas anteriores, aun con la pandemia, es de gran beneficio para la salud mental”, afirmó Martínez Guillen, quien cuenta con una Maestría en Psicoterapia Cognitiva Conductual.

Por su parte, el Gerente Médico de Psiquiatría y Sistema Nervioso Central (SNC) en Grupo PiSA, doctor Rodrigo Natalio Durán Muñiz, comentó que la depresión y la ansiedad en los menores y jóvenes, puede generar problemas graves de conducta que llegan afectar a toda la familia.

“En caso de requerirse un tratamiento farmacológico, éste debe ser prescrito por un especialista quien debe evaluar continuamente la evolución en cada paciente”, enfatizó Durán Muñiz, quien además es especialista en Trastornos del Sueño por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).