Carlos, Placido y José Luis Morales Vázquez, han sido alcaldes de Chiapas y desde entonces comen muy bien con manteca. 

 

Por décadas, se han sabido acomodar en cada proceso electoral, como sucede recientemente. 

 

Los hermanos en el poder. Que ahora se encuentran en “la 4T”, no para ayudar a la transformación, sino para servirse de ella. 

 

Muy malos 

El ejemplo más vigente es con el alcalde de Tuxtla Gutiérrez, quien inexplicablemente alcanzó la reelección en la ciudad más importante del estado. 

 

Carlos Morales, tenía todo en su contra. A pesar de eso, ganó sobradamente en las elecciones de este año. 

 

En su primer periodo, hizo una serie de barbaridades con los excesos y abusos de poder que cometió. 

 

Y hasta la fecha: la inseguridad a todo lo que da, calles principales totalmente destrozadas y el ambulantaje en el centro haciendo de las suyas. 

 

Lo peor, es que permitió la corrupción con Veolia, que es la empresa responsable de la recolección y tratamiento de la basura, la cual no cumple ni con una ni con otra parte, y encima de eso provoca una grave contaminación. 

 

Es un desgobierno que amenaza con continuar en este segundo periodo como alcalde capitalino de Chiapas. 

 

Sobre todo, que ahora tendrá encima a su hermano, Placido Morales, a quien le debe en parte ser candidato de Morena en estas elecciones, y cuyo pariente buscará por enésima ocasión la Gubernatura. 

 

Del actual Presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, sabemos que debutó en la política como alcalde de Ocozocoautla, mejor conocido como “Coita”, en donde tuvo que salir huyendo, vestido de mujer y escondido en la cajuela de un carro, para no ser linchado por su mala administración. 

 

Lo mismo sucedió con el tercer hermano, con José Luis Morales, quien fue edil de Cintalapa en el periodo 1996-1998 y quien también quedó mal con el pueblo de ese municipio. De él, se sabe muy poco, pero ampliaremos más adelante. 

 

Y todos ellos, vienen de cuna priísta, en los tiempos que ese partido era el predominante en el país y en el estado. Por eso han hecho, siguen haciendo y quieren continuar haciendo de las suyas. 

 

Los tres han salido malos para gobernar. Pero, muy buenos para sobrevivir en el erario, sin importar en el partido en que militen. 

 

¿Se brincarán las trancas? 

Después del tricolor, se pasaron al PRD, aprovechando la imagen de AMLO.  

 

Con eso, Carlos Morales llegó a ser un gris Secretario de Medio Ambiente e Historia Natural en la administración estatal pasada del Verde, que poco le importó este tema, pues descuidó el Zoológico de Tuxtla Gutiérrez, aunque comenzó a construir la relación con la empresa Veolia. 

 

Por su parte –como ya sabemos–, Placido Morales fue Secretario de Pesca en el Gobierno perredista de Juan Sabines y después Jefe de Gobierno en el periodo de Manuel Velasco. 

 

Y hoy, ambos se encuentran en Morena: el primero como alcalde reelecto y el segundo como Presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. 

 

Así se la han pasado “los hermanos” Morales en Chiapas, por lo menos en los últimos 20 años: brincando de un partido a otro, de una administración a otra y de un puesto a otro. 

 

Mientras, a sus pocos seguidores les han demostrado que son muy democráticos, austeros y apegados a buenos ideales, cuando en la realidad solo han utilizado a la gente como escalera. 

 

Ahora, el plan que se traen entre manos, es mayor. Quieren dar el golpe más grande e importante en toda su carrera política. 

 

Conforme a la información que tengo, estos pillos quieren utilizar la alcaldía capitalina como “el trampolín” para el 2024. 

 

Lo que se sabe en los pasillos del Ayuntamiento, es que Carlos como Plácido, han llegado a un acuerdo de que cada quien, por su lado, buscarán proyectarse para la sucesión dentro de tres años. Claro, que en gastos no van a escatimar, pues para eso contarán con el erario de Tuxtla Gutiérrez. 

 

Y así, de aquí a un año, para finales del 2022, van a analizar quien se encuentra mejor posicionado. Y el que tenga mayores preferencias, con ese caminarán. 

 

Aunque, existen dudas si realmente los hermanos se han reconciliado. Porque se sabe que, en el primer periodo de Carlos Morales, de alguna manera no quería relacionarse con Plácido. Pero, como se le complicaba la candidatura, se vio obligado a “fumar la pipa de la paz” con su consanguíneo. 

 

Sin embargo, como en política la mayoría de los acuerdos son por intereses, no suena nada descabellado este plan que se traen entre manos. 

 

Y que, de ser cierto, se estarían “brincando las trancas”, no solo en Chiapas, sino a nivel nacional con la línea que se va a trazar desde Palacio Nacional para el 2024. Algo que este clan desde tiempo atrás lo ha hecho, y poco le ha importado, con tal de lograr sus objetivos. 

 

¿Se rebelarán? ¿Y se los permitirán en el estado y también desde la Ciudad de México?  

 

Los hermanos en el poder. Y cuidado, que estos si son peligrosos, como lo han hecho en los cargos que han ocupado. 

Moraleja: Los parientes como el sol… ¡Entre más lejos, mejor! 

Al margen: ¡Ya empezó! 

Ayer trascendió a nivel nacional, que lo del caso Álvarez Puga comenzó a salpicar al ex Gobernador de Chiapas y hoy Senador plurinominal, Manuel Velasco Coello. 

Incluso, que en lo que se consideraría como lavado de dinero, podría estar involucrada su esposa, la cantante y actriz, Anahí. Ya empezó. ¡Y agárrense, porque viene lo más duro! 

Por último: ¡En riesgo! 

La postura del PRI de que va a analizar la iniciativa del Presidente AMLO sobre una nueva reforma energética, para nada gustó a sus aliados del PAN y el PRD. 

Mientras, los opositores dicen que no va a pasar lo que pretende el inquilino de Palacio Nacional, los del tricolor como que coquetean. En riesgo esta alianza. ¡Y es parte del PRI-MOR! 

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