Julián Nazar Morales; todo un personaje de la política en Chiapas

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Columna Sur 

Héctor Narváez

Los brincos del “matatigre

Julián Nazar Morales es todo un personaje de la política aldeana de Chiapas. Y no precisamente por ser de los buenos.

Desde el 2000, le ha encontrado un sabor a la política, que nunca dejó escapar una oportunidad para acomodarse.

Los brincos del “matatigre”, que no permite que nadie más aspire a los cargos públicos, incluso hasta las mujeres.

El mismo de siempre 

Quien iba a creer que un docente rural de 1976 y que cuatro años después sería profesor de Educación Primaria en el Instituto de Tuxtla de Chiapas, llegaría en varias ocasiones a San Lázaro.

En verdad, que el nombre de Julián Nazar debería de ser escrito en los libros de la historia nacional y estatal, por ser de los pocos que han alcanzado lo imposible.

Su formación política se dio en la CNC y posteriormente en el PRI: Coordinador de la organización campesina en la Zona Norte en 1982, coordinador de campañas electorales priístas en 1982, secretario de la coalición de organizaciones productivas y desarrollo de 1992 a 1997, consejero político del tricolor de 1994 a 1997, Subsecretario de la CNC en la región centro de 1994 a 1997.

Secretario General Adjunto del Comité Estatal del PRI de 1994 a 1998, Coordinador de Organización Regional en Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz en 1998, Subsecretario de Acción Social Nacional del PRI de 1998 a 2000, Secretario General de la CNC en Chiapas de 1999 a 2000.

Presidente de la CNC en Chiapas de 2001 a 2006, Secretario de Organización de la misma de 2006 a 2010, coordinador de campaña en Chiapas del candidato del PRI a la Presidencia de la República en el 2012 y Presidente del Comité Estatal del PRI en el 2017.

A lo mejor saldrán a defenderlo de que Julián Nazar es un hombre con mucha capacidad. Nada más que es evidente que él ha dado vuelta en los mismos cargos.

Lo peor: es que mantiene su cuota de poder tanto en la CNC y en el PRI en Chiapas. Y, como hacen los políticos tradicionales, mantiene el círculo cerrado a que entren cuadros nuevos.

Es el mismo de siempre en cada proceso electoral.

Ya no son sus tiempos 

El “matatigre” llegó a ser por primera vez Diputado Federal en 1997, cuando el PRI ya se encontraba en decaimiento y con el riesgo de que perderían la Presidencia.

Después brincó a la Diputación Local en el 2001, logrando la coordinación parlamentaria en el Congreso de Chiapas y ante el primer Gobernador contrario al tricolor, Pablo Salazar. En 2003, volvió a repetir como legislador federal en San Lázaro.

No conforme, en 2009 fue el suplente de Ana María Rojas, que ganó, pero que renunció después de tomar posesión.

Este caso se conoció como el de “las Juanitas”, porque varias mujeres que habían obtenido una curul, posteriormente desistieron en ocupar esos espacios.

En aquel entonces, Julián Nazar demandó ante el Tribunal Federal Electoral al entonces presidente de la Cámara de Diputados, el panista Francisco Ramírez Acuña, por omisión y negativa a convocarlo para tomar posesión del cargo a pesar de la ausencia y renuncia de la legisladora propietaria de su fórmula.

Un caso similar en este 2021 con la impugnación que interpusieron las mujeres priístas que lo acusaron de violencia de género y por lo cual la Sala Xalapa les dio la razón y con ello “el matatigre” hasta este momento dejó de ser por enésima vez candidato a Diputado Federal, aunque apeló ante la Sala Superior.

Hace más de 20 años, le permitieron ocupar esa Diputación Federal y con lo cual logró la Presidencia de la Comisión Nacional de Ganadería, que para variar no la utilizó para ayudar a los ganaderos de Chiapas.

Por cierto, Nazar Morales también fue Secretario Estatal del Campo de 2013 a 2015, con el Gobernador del Verde Ecologista, Manuel Velasco Coello, y de la misma forma no se sabe en qué apoyó a los campesinos en el estado.

Lo que le ha sucedido recientemente al eterno mandamás de la CNC en la entidad, algunos lo consideran que es “karma”. Otros que fue un acto de justicia en contra de las violaciones de los derechos políticos de las mujeres.

Para mí, que ya no son sus tiempos del “matatigre”. Que atrás quedó aquella época de la bonanza en donde podía hacer y deshacer, quitar a las personas y pasar por encima de ellas. Hoy, se tiene que enfrentar a las instituciones y al marco jurídico con el que contamos en el país, que aunque aún es débil, pero contribuye como en este caso a la igualdad.

Además, que ya chole con “las vacas sagradas” en el PRI y en todos los partidos, que en nada ayudan al buen desarrollo de las regiones de nuestros estados. 

Han brincado tanto en los puestos, como Julián Nazar, que demuestran que han hecho de la política el mejor negocio para vivir. 

Moraleja: Hay que ser coches… ¡Pero no tan trompudos! 

Al margen: ¿De qué habla? 

El Presidente AMLO está llegando a los absurdos: ayer dijo que, si el encargado de conducir el proceso de transformación del Poder Judicial fuera un personaje del “partido conservador”, del antiguo régimen caracterizado por el servilismo, en favor de los grupos de interés creados, que nunca se preocupan por el pueblo y en favor de la corrupción, esa reforma sería letra muerta. 

Primero, yo como mexicano no sabía que había un “proceso de transformación en el Poder Judicial”. Algo que debieron de hacer las correspondientes consultas ciudadanas para su análisis de esa iniciativa. Lo otro, que es lo más lamentable, es que el titular de este poder no debe de tener inclinación hacia ningún partido ya sea conservador, de izquierda o de derecha. ¿De qué habla? ¿Hacia dónde vamos en México? 

Por último: ¡Sigue la crisis! 

Grupo Sanborns, de Carlos Slim, cerró 12 tiendas al registrar una reducción en sus ventas, luego de que se paralizaron las actividades en la Ciudad de México y en el Estado de México en diciembre del año pasado. 

Sigue la crisis por la pandemia, que no tiene piedad contra las empresas y los empresarios, mientras el Gobierno Federal continúan indiferente, muy indiferente. 

Mi Cel: 9642823259  

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