Héctor Narváez
Movimiento Ciudadano ha trazado su estrategia para, si no ganar, por lo menos quedar bien posicionado.
Mientras en Monterrey lograron conseguir como candidato al hijo de Luis Donaldo Colosio, en Tuxtla Gutiérrez se irán con Paco Rojas.
Van por la supervivencia como partido político. Y si es posible, ser la tercera opción política para México.
Las cartas
Mientras la pugna se cierra entre Morena y la alianza del PRI, PAN y el PRD, el partido naranja hace lo suyo.
Como sucede en el Norte del país, en donde se anotaron un jonrón al postular al hijo del entonces candidato a la Presidencia por el PRI y que fue asesinado.
Luis Donaldo Colosio Riojas no salió ni con el partido oficial ni con los adversarios que se coaligaron.
Y hay que reconocer que el joven político por si solo ya es garantía de triunfo, lo cual no supieron capitalizar los otros.
Así que, Movimiento Ciudadano lleva altas posibilidades de ganar la alcaldía de Monterrey, y con eso, contribuir a que también puedan alcanzar la gubernatura con el polémico Senador por licencia, Samuel García.
En el otro lado del territorio, en el Sureste, también este partido buscó a un candidato fuerte y se quedó con Paco Rojas.
Se tuvo que conformar con el ex alcalde de la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, quien una y otra vez la ha jugado y una y otra vez pierde.
No había de donde más, porque los demás cuadros, algunos permanecen en Morena y los otros están en negociaciones con el PRI, el PAN, el PRD y con el Verde Ecologista por aparte.
Pero, esas son las cartas que tienen para estas elecciones, en donde pretende demostrar que solos pueden hacer mucho.
El ajedrez naranja
Nada más que esto, MC no lo podía hacer con sus propios recursos.
Lo que me han dicho mis fuentes, es que todo es planeado por el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, el único que tiene este partido.
No es de dudarse. Porque también hay que reconocer que el mandatario si sabe de estrategias.
Cuando fue alcalde de Guadalajara, armó la ruta que lo llevara, primero, a ser el candidato a Gobernador, y después a ganar.
Tenía dos obstáculos que superar: que el estado estaba siendo gobernado por el PRI. Y el otro, que era el más difícil, el efecto López Obrador.
Se sabe que Alfaro le invirtió tiempo, esfuerzo y dinero a las redes sociales, con lo cual logró debilitar al que era el candidato del tricolor y salvarse de que el Tsunami de Morena lo pasara a traer.
Ahora como el único mandatario de Movimiento Ciudadano, ha asumido el papel de coordinador general de la campaña para este 2021. Y por lo que se ve, le va a inyectar los recursos necesarios para lograr su objetivo.
En Nuevo León, se aprecia que el plan que se traen es ganar la gubernatura. Y si no levantan en esa elección, “echar toda la carne al asador” para obtener la alcaldía capitalina y otras posiciones, con lo cual tendrían buenos resultados.
En el caso de Chiapas, con Paco Rojas como su abanderado a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez, no alcanzarán a obtener ese cargo. Sin embargo, haciendo cuentas, sacarán una Diputación Local pluri, que ya se disputan Claudia Trujillo, Herminio Chanona y María Elena “la nena” Orantes.
Además, con este ajedrez naranja, MC tranquilamente mantendrá su registro a nivel nacional. Y con ello, empezar a armar una estructura para el 2024, en donde este partido pueda entrar a la real pelea para la Presidencia y quedarse con varias gubernaturas.
Lo escrito arriba: van por la supervivencia en este año electoral. Si en el camino logran ganar puestos, que mejor. Pero, le están apostando $$$ desde la oficina del Gobernador Alfaro a que queden bien posicionados.
A ver si les resulta sus planes.
Moraleja: El hombre pone, Dios dispone… ¡Pero llega el diablo y lo descompone!
Al margen: ¡Y en pleno proceso!
Ayer me llegó una denuncia, de que varias madres de los niños de primaria no han cobrado la beca “Benito Juárez” en Tapachula.
Parece que el asunto lleva meses y ningún funcionario de los programas federales ha intervenido. ¡Y estamos en pleno proceso electoral!
Por último: ¿La fiesta en paz?
Ayer se dio la reunión entre Joe Biden y López Obrador. Y como que ambos mandatarios, quieren llevar bien las cosas. O al menos eso aparentaron en público.
Aunque eso lo sabremos en las siguientes semanas, con la política del nuevo Presidente de Estados Unidos. ¿Tendrán la fiesta en paz? Creo que eso depende en mucho de México.
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