Héctor Narváez
El fallo del Tribunal Electoral de Chiapas en contra del edil de Tuzantán, Bany Oved Guzmán Ramos, es la demostración de la terquedad de seguir en el poder.
Saben que no la tienen nada fácil en buscar la reelección y aun así son necios, hasta al grado de que están sangrando de más al erario con sus impugnaciones.
Es el capricho caro de los alcaldes del estado más pobre del país.
Se viene abajo
Como lo ha venido haciendo este pésimo edil de Tuzantán, se aventó la nueva puntada de apelar la multa del 10 de diciembre del año pasado, del Instituto de Elecciones, por haber realizado propaganda institucional con promoción personalizada.
El caso era preciso, pues Bany Oved difundió su imagen, nombre y cargo en las redes sociales, lo que constituía un acto anticipado de campaña.
Y como se cree este alcalde de un municipio tan pequeño que tiene mucho poder, ordenó a sus brillantes asesores a impugnar esa resolución de la autoridad electoral.
Sin embargo, como sucede desde que pidió licencia a finales del 2020, tiene todo en su contra.
La Magistrada Celia Sofia de Jesús Ruiz Olvera, le dio primero la razón al edil de que estaba en su derecho para apelar la sanción, sin embargo, resolvió que se justificaba la multa en su contra, que es por 217 mil 200 pesos.
Así que ahora Oved Guzmán tendrá que pagar esa suma de dinero por “su gustito” de él y sus estrategas de imagen, de sacarlo constantemente en Faceboook como el mejor presidente municipal de la historia de Tuzantán, cuando es todo lo contrario.
Que ha sido un buen administrador, que ha entregado buenas cuentas en el manejo de los recursos, que ha hecho mejores cosas que los anteriores, y muchas linduras más que le han publicado en esa propaganda institucional con promoción personalizada y que se viene abajo con la multa por más de 200 mil pesos.
Pero, dicen los habitantes de Tuzantán, que eso no le preocupa en lo más mínimo al alcalde, porque ya saben que lo seguirá sacando del erario.
A meterlos en cintura
Así como Bany Oved, aún hay otros alcaldes de Chiapas que siguen duro y dale de que quieren permanecer en el cargo.
El caso más evidente es el de Carlos Morales, edil capitalino, quien se registró para ser candidato de Morena a Diputado Federal y a la vez para ser postulado a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez, dentro de la reelección.
Recientemente, utilizó a un tercero para preguntar al Instituto de Elecciones si es necesaria la separación del cargo para realizar campaña en busca de la elección consecutiva.
La ley es clara, de que los aspirantes a cargos de elección popular no deben de ocupar un puesto en el poder. Pero, Carlos Morales como otros ediles de Chiapas, quieren seguir “en la mamazón” y que a la vez puedan pedir el voto.
Otro caso también descarado es el de la alcaldesa de Villa Comaltitlán, Daniela Estrada Choy, que de la misma forma se registró en el proceso interno de Morena y anda repartiendo apoyos oficiales como láminas a los diferentes sectores, lo cual también puede ser objeto de una sanción de parte del órgano electoral.
O el edil de Pijijiapan, Héctor Meneses, quien predica que es muy humilde, pero igual ambiciona la reelección. Y ahora que está metido en la contienda interna de Morena, no le importa andar encabezando los banderazos y entrega de las obras en este municipio.
Como ya lo he escrito: parece que la elección interna del hoy partido en el poder pasa por encima de las leyes electorales. Tanto que sus alcaldes se valen de “triquiñuelas” para hacer campaña anticipada.
Lo que hizo el IEPC y el Tribunal Electoral Estatal con el alcalde de Tuzantán de sancionarlo, es un punto a su favor. Pero de aquí en adelante tienen mucho trabajo, para “meterlos en cintura” a estos malos actores políticos.
Antes de que se desborden las inconformidades en los municipios en donde ya no soportan para nada a estas malas autoridades.
Porque aparte de que no han entregado buenos resultados a sus gobernados, ahora despilfarran el erario en caprichos caros, a pesar de que atravesamos una dura crisis económica.
Moraleja: ¡El horno no está para bollos!
Al margen: ¡Un suicidio!
La Asociación Nacional de Escuelas Particulares de México pretenden regresar a clases presenciales a partir del 1 de marzo, a pesar de que el Gobierno Federal aún no lo permite, por los altos índices de la pandemia.
Aunque garanticen que tomarán todas las medidas, la realidad es que no se podrá controlar a los estudiantes. ¡Y eso sería prácticamente un suicidio!
Por último: ¡Tachados!
La Auditoría Superior de la Federación revisó las obras del Tren Maya y la refinería Dos Bocas y los programas sociales “Sembrando Vida” y “Jóvenes Construyendo el Futuro” y les encontró varias irregularidades.
A esto, el Presidente López Obrador dijo ayer en su mañanera de que tiene otros datos, que está mal la información y que solo se le está dando herramientas a la oposición. Pero, el golpe ya fue dado… ¡Están tachados!
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