Ciudadanos de Europa se congregaron para rechazar las restricciones impuestas a causa de la pandemia de coronavirus durante el fin de semana.
En Francia, cientos de católicos protestaron ayer en varias localidades del país contra la prohibición de las misas durante el confinamiento por el covid-19, que durará como mínimo hasta principios de diciembre.
Aunque las iglesias siguen abiertas durante este segundo confinamiento, que empezó el 30 de octubre, las ceremonias permanecen restringidas.
Los manifestantes, quienes portaban cubrebocas, hicieron plegarias y cantos religiosos, a pesar de la prohibición de las reuniones públicas en la calle durante el confinamiento.
El ministro del Interior de ese país, Gérald Darmanin, advirtió que no tolerará otro fin de semana consecutivo con manifestaciones ilegales de esta comunidad.
“La vida es lo más importante de todo y la vida es luchar contra el coronavirus”, declaró.
La población salió a las calles a pesar de que las cifras de contagio siguen creciendo.
Ayer, el Ministerio de Sanidad del país reportó que hay 33 mil 50 pacientes hospitalizados por coronavirus.
Se trata de la cifra más alta desde que comenzó la pandemia, superior al récord de 32 mil 292 de abril pasado.
En tanto, en Lisboa, Portugal, unas 500 personas se movilizaron en rechazo a las disposiciones en la “marcha por la libertad”.
Tras eso, el primer ministro luso, António Costa, defendió las restricciones.
Actualmente, en ese país ya está activo un toque de queda nocturno.
Son duras, aunque suponen un mal menor para intentar evitar un confinamiento como el de la primavera pasada, insistió.
Por su parte, en Alemania, donde hay manifestaciones contra las restricciones desde hace semanas, el sábado centenares de personas volvieron a desfilar en Fráncfort y otras ciudades.
La policía tuvo que utilizar cañones de agua para dispersar a algunos manifestantes.
En Alemania, donde está en vigor un confinamiento parcial desde hace dos semanas, el ministro de Economía, Peter Altmaier, advirtió que las restricciones podrían durar al menos cuatro o cinco meses más.
“Tendremos que vivir con precauciones considerables y restricciones durante al menos los próximos cuatro o cinco meses”, declaró Altmaier ayer.
Desde que se cerraron bares, restaurantes, gimnasios y otros centros de ocio a principios de este mes, el número de nuevas infecciones diarias ha ido bajando, pero sigue siendo alto, admitió.
En reiteradas ocasiones, la población del continente ha expresado su rechazo a estas medidas, a pesar de que el continente suma casi 335 mil fallecidos y más de 14.4 millones de casos confirmados desde el inicio de la pandemia.
En este contexto, un estudio reveló que el virus circuló en Italia desde septiembre de 2019.
El Instituto Nacional del Cáncer de Milán reportó que 11 por ciento de pacientes con cáncer de pulmón desarrollaron anticuerpos contra el coronavirus antes de febrero del año pasado.
